sábado, 20 de octubre de 2012

LLEGÓ LA HORA DE LA PROPUESTA PEDAGÓGICA...ESPERO QUE GUSTE



UNA MANERA DISTINTA DE HACER HISTORIA...


En este espacio quiero mostrar como se podría desarrollar una propuesta pedagógica  en Historia, desde la construcción de un blog, y a partir de un eje o tema central que surja del interés de l@s chic@s.
Esta propuesta pedagógica tiene como objetivo el aprendizaje de la historia de una forma diferente, con un estilo atractivo al estudiante, recreativo, con una pedagogía lúdica y además de esto poder hacer un sitio donde l@s estudiantes y todas las personas que forman parte de la comunidad de la escuela, puedan conocer la historia de nuestro país, su diversidad cultural, sus orígenes, sus actores económicos-políticos-sociales e intereses que tuvieron relación con el proceso histórico que abarca desde la crisis colonial hasta la aprobación de nuestra Constitución Nacional en 1853.  "Esta propuesta trata de ser una manera diferente de enseñar la historia".
La idea central de la propuesta se desarrollara durante todo el año escolar (tiempo) y con instancias de corte que se pueden acordar con l@s alumnos, cuya finalidad será no sólo evaluar lo producido individualmente sino colectivamente.
El eje estará puesto en cómo se ha intervenido en el blog (que será cerrado al grupo y a las familias), que instrumento se ha utilizado (si un texto referido al tema propuesto, imágenes, artículos, cuentos, juegos, videos cortos, etc.) y la pertinencia respecto a la situación y contexto histórico planteado.
Con las diferentes producciones, las que podrán ser individuales y grupales, de acuerdo a la dinámica que se vaya dando,  se volcarán en un portafolio individual (para aquellas actividades individuales) y grupal (para aquellas tareas colectivas); los comentarios que tengan que ver con las observaciones del docente se volcarán con la finalidad de retroalimentar el proceso de  aprendizaje y dar la posibilidad de ir revisando prácticas y trayectorias de l@s chi@s y del docente; sin ánimo de coartar la marcha del proceso de enseñanza-aprendizaje. Por esto se plantea una  evaluación del proceso, donde también puedan ser parte los mismo chic@s que realizan el proyecto (autoevaluación) y sus compañeros (co-evaluación).
En cuanto a la estética del blog, la misma estará a cargo de l@s jóvenes, previamente con la explicitación/explicación de las recomendaciones que creemos pertinentes.
Una idea final e interesante podría ser mostrar todo lo que se fue produciendo en la feria de la escuela y poder explicar las características, las temáticas y las finalidades que se pusieron en juego en la construcción y puesta en marcha del blog.
Que se pueda transmitir las vivencias y la importancia como también el potencial de nuevas herramientas que nos brinda las tecnologías.
Espero que les haya gustado, saludos.
Gustavo.

viernes, 19 de octubre de 2012

HACIA LA WEB 3.0

UNA RECOMENDACION, UNA VEZ QUE COMIENCE EL VIDEO, PONER LA CONFIGURACION EN 480 PIXILES, SE VE  MUCHO MEJOR LA IMÁGEN Y EL TEXTO DE LA TRADUCCIÓN.

sábado, 13 de octubre de 2012

LA OTRA MIRADA

FUENTE: Diálogos en Educación
Plataforma para la construcción de redes latinoamericanas en educación

Mirada crítica a la Web 2.0

atrapado en la red
Casi que parece un sacrilegio hoy hablar en contra de las redes sociales. Su popularidad entre las masas de estudiantes, jóvenes y público en general parece irrefutable y cualquier crítica suele ser recibida como un anacronismo imperdonable en los tiempos de la sociedad de la información. Pero en realidad, hay miradas críticas al fenómeno, desde distintas perspectivas y vamos a ocuparnos de ellas en el presente artículo.
Por Álvaro Montes
Editor Diálogos en educación
El término “Web 2.0” fue acuñado por la empresa norteamericana O’Reilly Media en el año 2004, cuando ésta se percató de la popularidad que ganaban entonces ciertos sitios de Internet que diferían sustancialmente de las páginas Web tradicionales, porque no ofrecían contenidos sino servicios gratuitos de comunicación con otras personas y de publicación de información personal por parte de los usuarios. My Space, Blogger, YouTube, Flickr, entre otros, eran los más populares. El concepto Web 2.0 incluye también el auge de Internet como plataforma de aplicaciones, es decir, la creciente ola de programas que ya no se instalan en el computador del usuario sino que están disponibles para ser disfrutados desde Internet, a través del navegador, como por ejemplo el correo electrónico Gmail y miles de otras aplicaciones, hasta llegar al actual concepto de computación en la nube, adoptado en el mundo corporativo.

El vaso medio lleno consiste en encontrar aquí un escenario de democratización de la información; con la emergencia de los blog, cualquiera puede publicar contenidos en Internet y los grandes medios de comunicación perdieron el monopolio exclusivo de la noticia y la opinión. Los costos económicos de publicar son ínfimos y al alcance prácticamente de cualquier persona con acceso a un PC e Internet. De hecho, el mundo conoce numerosas experiencias exitosas de “bloggers” que llegaron a hacerse un lugar en el mapa de los medios de comunicación (Huffington Post es un buen ejemplo de ello). En algunas propuestas muy Web 2.0, como Digg, son los usuarios quienes determinan qué es noticia y qué no, de acuerdo con sus votaciones, y el sistema de sindicación de contenidos RSS convirtió a Internet en un flujo permanente y personalizado de información, que retó a los medios tradicionales que ofrecen contenidos homogéneos para todo el mundo.

El vaso medio vacío

Tim O’Reilly, el padre del concepto Web 2.0 lo acuñó justamente cuando el capitalismo intentaba resucitar de su crisis de finales de los noventa a la llamada “burbuja punto com”, un intento de especulación financiera gestada en Wall Street a partir del auge de los grandes portales de Internet de esa época. Empresas productoras de contenidos digitales (Yahoo, Lycos, Starmedia en el caso latinoamericano, entre muchas otras) fueron sobrevaloradas en bolsa, recaudaron sumas astronómicas de inversionistas ingenuos que vieron en ellas el negocio del futuro, y finalmente se desinflaron con el estallido de la “burbuja punto com” en el año 2000. Las grandes cantidades de tráfico que generaban tales portales nunca llegaron a convertirse en facturación real, los anunciantes no creían en Internet como medio y la caja registradora no llegó a sonar como los fundadores de los portales habían prometido a los inversionistas. Fue un gran desastre del que quedan inolvidables historias de negocios fracasados. Y resulta inevitable pensar en ello cuando las grandes firmas de Wall Street anuncian hoy que Facebook vale ¡60.000 millones de dólares! Una empresa que logra facturaciones de apenas 2.000 millones de dólares no puede ser valorada por 60.000, a menos que una nueva burbuja esté siendo fraguada desde los santuarios de la especulación financiera norteamericana. La salida a bolsa de Facebook se ha pospuesto varias veces, debido a la crisis de los mercados internacionales y cada vez son más las voces de analistas que miran con recelo la exagerada sobrevaloración que se da a ciertas redes sociales sobre las que la economía estadounidense parece tener muchas esperanzas.

Una burbuja punto com consiste en vender proyectos Web no por el dinero que producen, sino por el que prometen producir. Hace un par de años, Microsoft ofreció comprar Yahoo por 44.600 millones de dólares; los directivos de Yahoo rechazaron el ofrecimiento argumentando que el portal y buscador vale mucho más que eso por “nuestra marca global, gran audiencia mundial, recientes inversiones, potenciales ganancias y crecimientos futuros”; es decir, por lo que promete ser algún día, no por lo que es hoy. Así se valoran Facebook, Twitter y otras, cuyos propietarios rechazan con frecuencia ofertas de compra esperando a que el valor de su compañía engorde mucho más. Microsoft adquirió hace poco el sistema Skype – que a pesar de su gran popularidad tan sólo recauda algo más de 500 millones de dólares en facturación - por la suma de 8.000 millones de dólares.

Entonces, es claro para mucha gente, que el auge mediático de las redes sociales, al menos de aquellas comercialmente más exitosas, está vinculado de algún modo con los intereses del sector financiero internacional, especialmente de Estados Unidos, que necesita una nueva burbuja especulativa que movilice grandes capitales y reanime los mercados.

Pero las críticas no llegan sólo desde la economía. Hugo Pardo, reconocido investigador de la Universidad de Vic, advierte en sus trabajos recientes varios aspectos muy importantes “observando más allá de la moda de la novedad” (Una visión crítica de la Web 2.0 desde la educación: la eterna utopía del aprendizaje en red, en Web 2.0: nuevas formas de aprender y participar. Barcelona, Laertes Educación, 2009). Lo primero que nos propone Pardo es que hagamos conciencia que toda comprensión de la historia de las tecnologías debería trascender las lecturas inocentes y exultantes, ya que las mejores tecnologías y usos para el bien público no fueron ni son siempre, las mejores para el beneficio corporativo. “Muchas veces se confunden y mezclan los imperativos comerciales con las necesidades de los educandos. Es complejo distinguir análisis honestos sobre la real relevancia de las nuevas aplicaciones colaborativas de Internet. La mayoría de la industria está por la labor de obtener mercados y masa crítica de usuarios y en algún caso en imposibilitar que ideas más económicas y eficientes compitan en mercados cautivos”.

Y señala los siguientes elementos críticos de la revolución Web 2.0 que los educadores deberían considerar:

Imposición de usos y valores. Los individuos con dificultades para adaptarse a las nuevas aplicaciones “quedan postrados en la obsolescencia” cultural, porque las nuevas aplicaciones traen consigo unos valores y un “espacio normativo de prescripción”. El adolescente que se siente libre en la red social, en realidad está prisionero de un nuevo sistema.
Nuevos formatos de discriminación. La población off line y las culturas analógicas están quedando fuera de la “nueva sociedad” que el capitalismo quiere construir.

Costes de inversión en infraestructura tecnológica. La Web 2.0 consume muchos más recursos de conectividad, ancho de banda y capacidad de cómputo que la Web tradicional. Entre los mayores calentadores del planeta se encuentran los descomunales sistemas de data centers de Google, para alojar sus numerosos servicios en la nuble (Youtube, entre otros). Las instituciones educativas se ven presionadas a mayores inversiones en infraestructura, cada vez más frecuentes, para garantizar su actualización tecnológica. Sólo las grandes instituciones con poder económico pueden sostener tales ritmos de inversión.

La sobreabundancia informativa. La gran paradoja de la sociedad de la información radica en que mantiene en la mayoría de usuarios una incapacidad para comprender y clasificar la enorme cantidad de información disponible. Se requieren esfuerzos notables de alfabetización digital muy profunda para moverse con inteligencia y autonomía en los nuevos sistemas, los cuales generan una peligrosa sensación de estar suficientemente informados.

El pensamiento beta. Los artículos de los periódicos se volvieron cortos y superficiales, basados en las investigaciones que demuestran que la gente no lee mucho en Internet, sino que apenas ojea los textos. Hay una abundancia fenomenal de blogs, pero ¿cuántos de ellos realmente ofrecen contenidos interesantes, bien pensados, bien escritos …? ¿Cuánto de la avalancha de contenidos puestos a diario en las páginas de Facebook podemos desde la educación clasificar como sustancioso?

El culto a lo amateur. “La revolución Web 2.0 está llevándonos a una observación superficial de la realidad más que a un profundo análisis de la misma”, señala el autor.

Loser generated contents. Citando a Peterson (2008), quien ironiza sobre la noción de user generated contents (contenidos generados por los usuarios), Pardo señala que “Los contenidos generados por el usuario se convierten en contenidos generados por los perdedores del sistema. Los usuarios, los únicos actores que no ganan en la economía de Internet. Vale matizar que por un lado existen usuarios productores con un mayor volumen de participación y creatividad. Pero por otro, también existe una mayor explotación por parte de las nuevas compañías sobre los contenidos generados por los usuarios de forma gratuita. El autor señala que muchas veces la arquitectura de la participación se torna una arquitectura de la explotación”.
Tecnologías relacionales al gusto del usuario. Hugo Pardo ve en la tan elogiada posibilidad de tener identidades nuevas y múltiples en la red, “interfaces narcisísticas donde mostrarse y rediseñarse uno mismo más allá de lo que somos o creemos ser”.

La sensación de democracia

Foucault solía advertir que el capitalismo genera una sensación de libertad que no guarda relación alguna con la realidad. Internet – y en especial la llamada Web 2.0 parece ser un buen ejemplo de ello. Las observaciones de Barabasi, o las de David de Ugarte, nos advierten acerca de la falsa democratización que supone la Internet de las redes sociales. Las redes sociales tienen dos leyes: 1) crecimiento, mediante el cual se agregan nuevo nodos a la red; 2) adjunción preferencial, por el que la gente se enlaza con los nodos más conectados. Los actores con más enlaces tienen mayor posibilidad de crecer y crear nuevos nodos, de tal manera que los demás actores quedan relegados en la red. Son los líderes de opinión, generadores de tendencias y modas, y los más opcionados a beneficiarse de la publicidad. Los demás – que son la mayoría de los miembros de la red – se convierten en lo que David de Ugarte llama “seguidores” en la “cultura de la adhesión”. Twitter es un magnífico ejemplo, pero también Facebook. Él encuentra en la era de los blogs, que tuvieron auge especialmente entre el 2002 y el 2005, una interesante expresión de participación democrática en la red, porque se trataba todavía de una red distribuida.

“De 2005 a 2007, los años del dospuntocerismo, el foco mediático recaerá sobre la Wikipedia, Digg y otros servicios web participativos: agregadores de contenidos cuyo crecimiento insinúa una arquitectura de red descentralizada. Discursos que exaltan la cultura de la participación. Pero participar no es interactuar. Los nuevos servicios dospuntoceristas se piensan desde la generación artificial de escasez: votar, decidir entre todos los que pasen por ahí la importancia de una noticia o la relevancia de una entrada enciclopédica y, sin tener en cuenta la identidad o los intereses de nadie, producir un único resultado agregado para todos. . El rankismo y el participacionismo se convierten en arietes de una mirada sobre la red donde se recupera la divisoria entre emisores y receptores.” (Ugarte, Los futuros que vienen, en http://lasindias.org/los-futuros-que-vienen).

Según Ugarte, la tendencia anteriormente descrita, que cambió la topología de la red desde un modelo distribuido y democrático hasta un modelo centralizado basado en la cultura de la adhesión, llega a su corolario con Facebook y Twitter: “Desde 2008, Facebook y Twitter, dos redes centralizadas basadas en la cultura de la adhesión, se convierten, en parte gracias al tranquilizador reenfoque obamista, en los favoritos de la prensa del mundo. Sus usuarios crecen exponencialmente y hasta el Departamento de Estado recomienda a los disidentes iraníes que los utilicen -en lugar de los blogs- para coordinar sus protestas”.

En síntesis, esta mirada encuentra en las redes sociales comerciales de moda (especialmente Facebook y Twitter) una regresión hacia formas de socialización centralizadas y controlables, empujadas por los medios de comunicación y por empresas cuyo objetivo es lograr finalmente lo que tanto trabajo ha costado a la economía de mercado: domesticar Internet y hacerla rentable.

miércoles, 10 de octubre de 2012

Fuente: diario Río Negro, 10 de Octubre de 2010

Especial/CULTURA DIGITAL

Cómo leen los adolescentes 2.0               

Nuevos hábitos y comprensiones lectoras. Exigencias audiovisuales, gráficas y de comunidades. Otro concepto de libro está naciendo. Se impone conocer para comprender.
 

Un incipiente movimiento se va asomando al universo de la literatura para adolescentes, que como buenos lectores 2.0 piden contenidos más allá de la página impresa, una tendencia apoyada por las editoriales con contenidos audiovisuales, actualización en redes sociales y blogs con entregas periódicas para que puedan interactuar con sus autores. "Los jóvenes circulan y piden contenidos más allá de la página impresa: audiovisuales, gráficos y de generación de comunidades", explica a Télam Cecilia Criscuolo de Alfaguara. Por eso, "al estar habituados al consumo en dispositivos digitales, es lógico que desarrollemos productos que compitan con las aplicaciones que los chicos acceden a través de las múltiples pantallas", refuerza María Amelia Macedo de Random House Mondadori. La ecuación es simple: una realidad, una solución. De ahí que los editores en su conjunto no duden en testificar que -en palabras de Cecilia Repetti del grupo editorial SM Argentina- no se trata de un mecanismo publicitario, "la intención es captar genuinamente a estos lectores, más avanzados que otros en el manejo de las tecnologías digitales". Entonces, si "fomentar la lectura en cualquiera de sus formas" es el leit motiv de las editoriales, la cuestión no queda reducida al soporte virtual. "Hay que ofrecer la oferta en papel y digital por igual. Sostenemos que son públicos que coexisten y conviven", considera María José Ferrari, de EBook Project Leader de Planeta. "Difícilmente los dispositivos digitales reemplacen el placer de la lectura en papel y el valor cultural que los libros físicos otorgan. Los hábitos de lectura se modifican permanentemente y ambos formatos van a coexistir durante mucho tiempo", supone Macedo sobre este incipiente cambio que no vaticina un nuevo concepto del libro y lectura, sino un complemento. Expectantes de cómo fluye esta trama virtual, las editoriales argentinas ya empiezan a jugar sus primeras fichas y lo hacen con la digitalización de los fondos bibliográficos, los extensos catálogos de Ebooks; con lanzamientos sólo virtuales y combinando el formato papel con espacios cibernéticos. Algunos autores locales que ya se sumaron a la movida digital- ya sea con material complementario o publicación virtual- son Marcelo Birmajer, Marcelo Di Marco, Franco Vaccarini, Fabián Martínez Siccardi, Cecilia Pisos, Clara Levin, Esteban Valentino, entre otros.  INTERACTUAR, ESENCIAL  El género novela, y dentro de él, las sagas contemporáneas, parecen ser la clave para este tipo de iniciativa, "son historias que nacen y perduran en el tiempo a través de dos, tres o más libros, que van desarrollando todo un universo y muchas veces crecen en internet con el aporte de la comunidad de lectores", dice Repetti. Pero no sólo eso, hay un condimento más: la relación entre los autores y lectores. "La tecnología digital permite la comunicación instantánea, comunicación que antes estaba muy mediatizada". "Los autores entienden cada vez más que parte de esta relación hoy se construye a través de las redes sociales", agrega Ferrari. Videos en YouTube (como los del joven escritor español Javier Ruescas); Códigos QR que se traducen en modernos celulares; Blogs que proponen un acercamiento con el autor y novedades inmediatas; plataformas virtuales para ponerse en la piel de los personajes; Twitter, Facebook y otras redes sociales que anticipan y reavivan las historias, son algunos de los modos de esta tendencia. Así, este movimiento multiplica lectores 2.0 que interactúan y participan del libro: "Las historias se enriquecen, ya que muchos de los personajes cobran vida virtual y conocemos más sobre ellos en el diálogo que se establece en muchas de las comunidades virtuales creadas para esas obras", explica Repetti. "Finales reescritos y destinos de personajes que se cruzan pueden ocurrir en las redes sociales. Es muy valorado por los jóvenes la posibilidad de interactuar con sus referentes, de acceder al contenido extra (capítulos, videos, book trailers) y de tener ese `plus emocional´ que le da el vínculo directo con el escritor", dice Macedo sobre este canal de "encuentro y retroalimentación". Acaso como el reflejo de un signo de época o la necesidad de experimentar nuevas posibilidades en una contemporaneidad que transcurre y se define cada vez más en una comunicación múltiple y global, éstas revueltas establecen un dato claro: que los modos de lectura están cambiando, sobre todo en las nuevas generaciones, las de la cultura digital. "Esto es un paso más en la incorporación de la tecnología a la vida cotidiana. La tecnología genera instantaneidad y un libro electrónico no es más que contenido en un sistema informático, para que los que prefieren los soportes tecnológicos accedan a este contenido en el soporte que les es más cómodo", expresa Ferrari. Y aunque el rédito económico no es significativo, la inversión es otra apuesta más por la literatura infantil y juvenil: "Llegar a lectores que no suelen frecuentar la letra impresa y a los que consumen muchos libros y desean incursionar en algo distinto, un espacio donde su voz se escuche y se tenga en cuenta sus opiniones", concluye Criscuolo. (Télam)

martes, 2 de octubre de 2012

DOCENTE 2.0: HACIA ALLÁ VAMOS..

Material seleccionado del blog: http://ordenadoresenelaula.blogspot.com.es

Metáforas del docente 2.0: DJ, Curator, Community Manager

Esta entrada está escrita con la intención de presentar un texto de reflexión que nos ayude a entender y debatir sobre cuáles debieran ser las funciones docentes de cualquier agente o profesional que desarrolle actividades formativas, más o menos formales, apoyadas en recursos, plataformas y/ o proyectos del ecosistema digital. Para ello utilizo tres metáforas que están difundiéndose con relación a los productores y mediadores del conocimiento en los espacios de la cibercultura y que pueden ser útiles para identificar las acciones docentes en los entornos digitales de aprendizaje.


El planteamiento que defiendo, desde hace tiempo, al igual que desarrollan muchos otros colegas que pueden encontrar en la blogosfera, es alertar de que la incorporación de las TIC a la enseñanza –sea en la escuela, en la universidad o en la formación continua- debe mirar más allá de las tecnologías y no conformarse con realizar una pequeña innovación o cambio cosmético de las prácticas docentes habituales.
Es evidente que a estas alturas del siglo XXI ya sabemos que las TIC en la educación tienen que representar una transformación profunda de los modos de entender y hacer la educación, de los contenidos curriculares,de las formas de integrar el conocimiento, en la oferta de nuevas experiencias de aprendizaje al alumnado.

El cambio no es tecnológico, sino cultural y educativo. Mirar más allá de los recursos digitales supone entender y desarrollar la educación como un proceso de interacción social que pone más el acento en el aprendizaje y actividad del estudiante que en el docente; que enfatiza más la dimensión social y colaborativa del aprendizaje que la acción individual de cada estudiante; donde se reduce el papel del profesor como sujeto que muestra o expone el conocimiento como un objeto o producto elaborado, y aumenta la demanda al alumnado para que sean quienes tenga que buscarlo, reconstruirlo y difundirlo como un proceso de nunca finaliza; supone, en definitiva, que la enseñanza no sea transmisión y recepción de información, sino la creación en entornos o contextos bajo los cuales los alumnos desarrollen experiencias de aprendizaje valiosas.

¿Qué significa todo esto con relación al nuevo papel o función del docente ante situaciones educativas desarrolladas en entornos de aprendizaje digitales o en clases enriquecidas con mucha y variada tecnología digital ? Significa, en pocas palabras, que el aula o sala de clase debiera convertirse en un centro de recursos de aprendizaje donde tengan cabida experiencias de aprendizaje variadas, con libros, con tecnología digital y con otros materiales manipulativos. Es decir, el aula de clase debe proporcionarle a los alumnos experiencias ricas y valiosas de acceso y uso del ecosistema digital como espacio de cultura y conocimiento.Son experiencias formales de aprendizaje que debe saber organizar el docente. Para poder hacerlo cualquier formador tiene que aprender y ser competente en desarrollar nuevas funciones o tareas que ocurren el el ciberespacio, y a la vez, entremezclarlo con la experiencia empírica de la vida en el aula de clase.

Este nuevo papel de lo que en muchas ocasiones se ha denominado docente o profesor 2.0, es decir usuario pedagógico de los recursos y entornos digitales, lo he sintetizado empleando tres metáforas que están tomadas de lo que pudiéramos llamar la cibercultura y que, seguramente, podrán encontrar en otros blogs, documentos o conferencias que están difundidas en la red -de la lectura de todos ellos y otros me he basado para esta entrada. Más abajo encontrarán algunos enlaces de interés.

Estas tres metáforas para entender las nuevas funciones o tareas docentes en los entornos digitales para el aprendizaje son las siguientes:

1. El docente como "DJ de discoteca"
Esta metáfora se refiere a que el profesor más que un mero consumidor y gestor de materiales didácticos elaborados por otros (por ejemplo, los libros de texto) debiera convertirse - no siempre, pero sí de forma repetida- en un creador de materiales o entornos digitales destinados a su alumnado actuando como un DJ de discoteca. (Disc Jockey o pinchador de discos como se decía hace 20 años atrás). Es decir, al igual que los DJ que crea su “propia música” a partir de trozos o piezas de otros discos existentes (a partir de su base de datos musicales o discoteca) creando una experiencia única para su audiencia en una sala de baile, el profesor debiera actuar (metafóricamente hablando) de modo similar seleccionando y mezclando piezas o unidades culturales que están distribuidas por Internet, pero que al mezclarlas en un mismo entorno digital generan una experiencia de aprendizaje específica para su grupo de alumnos. Es la cultura del remix aplicada a la educación donde el docente aparece como maestro de ceremonias o druida que mezcla adecuadamente los ingredientes culturales que habrán de ser experimentados por su alumnado
Pero ¿en qué consiste ser docente que actua en la red como DJ?

a) es ser un docente que explora continuadamente la Red para conocer previamente la información o conocimiento que se produce y vehicula en la red en sus múltiples formatos: blogs, wikis, periódicos y otros medios de comunicación, webs institucionales, repositorios de videos, de podcats, de presentaciones multimedia, de animaciones, de documentos de texto, bibliotecas digitales, asociaciones científicas, culturales, políticas, etc.

b) es ser un docente competente en seleccionar aquellas piezas, trozos u objetos digitales que considere pertinentes o con potencial educativo para presentárselos a su alumnado (puede ser una entrada de un blog, un pequeño videoclip, un podcast de un programa radiofónico, un documento de lectura, un mapa conceptual, una animación, etc.)

c) es ser un docente que sabe armar o articular, como si fuera un puzzle, dichas piezas u objetos con sentido y significado pedagógico de forma que genere o construya un “entorno digital de aprendizaje” para que sus estudiantes interactúen con el mismo. Esto implicará inevitablemente que el docente tiene que tener claro ciertos objetivos o intencionalidades educativas (más o menos formalizadas) y a partir de las mismas requerirles a los estudiantes que desarrollen algún tipo de acción, tarea o experiencia con dichos recursos: resolver un problema, desarrollar un proyecto, generar nuevos productos digitales, buscar y reelaborar información, etc. La creación de este entorno puede hacerse con muchas y variadas herramientas: Google Doc, wiki, blog, aula virtual LMS, página web, poster digital, …

Lo relevante es que el docente es capaz de generar un espacio o entorno en formato digital para sus estudiantes donde éstos tengan que desarrollar algún tipo de actividad de aprendizaje interesante y competente con los recursos seleccionados y entremezclados por su profesor.

2. El docente como “Content Curator”.
Este concepto o función no sé como traducirlo en términos familiares a nuestra tradición educativa, aunque considero que para muchos educadores es una acción que ya venían haciendo, pero con obras escritas e impresas (libros, periódicos, fotografías, etc.). Actualmente, en la blogosfera, por content curator se entiende o define a aquella persona que está rastreando de forma continuada información en la red sobre una temática o línea de conocimiento especializada, filtra dicha información y difunde aquella que considera valiosa. Juan Freire lo traduce al español como “comisario digital” (sigue sin gustarme) y D. Reig lo denomina como “intermediario del conocimiento” (es más descriptiva y acertada). En consecuencia, un “content curator” (voy a denominarlo un filtrador de contenidos) es un agente o sujeto al que se le reconoce prestigio, autoridad o reputación como especialista que filtra y distribuye información con valor sobre un campo o ámbito temático específico. De este modo, el filtrador de contenidos es un referente de autoridad, pero también un agente que cumple una función social muy relevante en la creación de una comunidad de conocimiento ya que señala aquella que tiene interés y utilidad para la red social a la que sirve. Es el "intermediario del conocimiento" (Reig). En su blog/entorno El Caparazón conocí, por vez primera, este potente concepto e idea para la función docente en los espacios virtuales.

En el caso de los docentes la metáfora nos sugiere que el profesor tiene que ser una persona que constantemente está conectada en la red recibiendo múltiples informaciones desde distinta fuentes (medios de comunicación, blogs relevantes, portales web, bases de datos, redes sociales, email, etc.) y su función es seleccionar aquellas noticias o datos que considere apropiados para sus alumnos cara a difundirlos en clase y en los espacios virtuales que utilizan sus estudiantes. Es decir, la función del docente como curator es, precisamente, jugar el papel de filtrador o intermediario de la enorme avalancha se información generada en Internet para proporcionar, de forma parsimoniosa, constante y apropiada, aquellos contenidos de valor formativo del alumnado de su clase. Por ello es relevante, por una parte, que el propio docente de forma habitual obtenga información de múltiples fuentes de valor, y por otra, que de forma también continuada esté proporcionando a su alumnado aquellos datos, noticias, o links que les ayuden a desarrollar sus proyectos o actividades de aprendizaje. En definitiva, el docente como curator es un “mediador” entre la información bruta de la red, y su alumnado, de modo que selecciona aquel contenido con utilidad potencialmente educativa. Los ámbitos de los profesionales bibliotecarios son impulsores de esta función mediadora. Vease el blog de Bibliotecarios 2.0.


3. El docente como "Community Manager".
La tercerea metáfora se refiere a una actividad profesional muy en boga en el ámbito de las redes sociales. Es la figura del denominado “community manager” que pudiéramos traducir como gestor o responsable de comunidad. De hecho se ofrecen cursos formativos e incluso algún Máster para adquirir las competencias profesionales para desarrollar esta tarea en empresas que quieran promocionarse y comunicarse con sus clientes en los entornos de redes y comunidades virtuales. Por ello, esta actividad aparece vinculada en ámbitos profesionales como el marketing, la publicidad, el mercado on line, y también, aunque en menor medida, con la animación social dentro de comunidades virtuales que persigue no sólo estimular la participación de sus miembros, sino también dar visibilidad pública de la misma.

Una de las diversas definiciones que encontré es que un profesional “Community Manager debe perfilarse como un estratega especializado en comunicación online, con conocimientos en marketing, publicidad y relaciones públicas, un early adopter en esencia y con experiencia para establecer relaciones de confianza con las audiencias. Debe poseer un profundo conocimiento de la empresa y la industria, sentido común, empatía, inteligencia contextual, emocional y ser capaz de evaluar e interpretar tendencias” (Tomado del blog SocialMedia)

Trasladado esto -interpretado de forma libre- al oficio docente, podríamos sugerir que el profesor tiene que ser el “community manager” de la red social –más o menos articulada y formal- en los distintos escenarios o escenografías del ecosistema digital: en Twitter, Facebook, Edmodo,…, o en entornos más estructurados como los LMS (tipo Moodle) en los que trabaja y se comunica su alumnado. Allí donde se produzca interacción comunicativa entre los estudiantes, intercambio de información, o acciones de trabajo colaborativo la función del docente como community manager sería el tutorizar, supervisar, estimular y animar la participación de todos los miembros de la clase: bien resolviendo dudas que sugiera cualquier estudiantes, bien planteando preguntas a ser respondidas, bien ofreciendo orientaciones o sugerencias de trabajo, bien criticando, bien animando o dando refuerzos positivos, bien regulando e interviniendo en posibles conflictos, bien dando visibilidad a las acciones y tareas desarrolladas por sus estudiantes en la red. De este modo, el papel del docente es ser “responsable y administrador” de la comunidad virtual que, de modo informal o de forma organizada, constituyen sus alumnos conectados a Internet.

Concluyendo

Una cosa parece clara: ser docente en el ciberespacio no nos simplifica ni facilita la actividad de enseñante, todo lo contrario. Es más compleja, exige más esfuerzo y requiere el dominio de nuevas competencias para ejercer con profesionalidad la docencia. El listado de estas nuevas tareas o actividades de un docente 2.0 en la red son muchas y requiere ser un profesor competente tanto pedagógica como digitalmente.

Concluyendo. Algunas de las funciones de la actividad docente en entornos on line, derivadas de las tres metáforas presentadas, es que nos señalan que un profesor debiera ser competente para:

- Buscar de modo permanente información o contenidos en Internet potencialmente valiosos para sus estudiantes. Esto significa que el docente debe ser un usuario habitual de las múltiples fuentes de la web 2.0, es decir, un ciudadano digital.

- Seleccionar/filtrar aquellos contenidos que considere relevantes para su clase y ofrecérselos a su alumnado bien creando un entorno digital donde dichos contenidos están organizados, bien publicitándolos en los espacios de comunicación que utilizan habitualmente sus alumnos (bien Moodle, Edmodo, Facebook, Twitter y otras redes)

- Crear escenarios o entornos de aprendizaje virtual ex profeso para su materia y su alumnado a partir del remix o mezcla de unidades o piezas diversas que están disponibles en Internet. Estos entornos deben señalar los objetivos de aprendizaje, solicitar actividades o acciones a desarrollar por los estudiantes, ofrecer guías u orientaciones para cumplimentar la actividad, y a ser posible, los criterios de evaluación de la misma.

- Animar, supervisar y tutorizar la interacción comunicativa que desarrollan sus estudiantes en la red, en general, y de modo más específico en las redes o espacios de comunicación propios de la clase.

- Dar visibilidad a las producciones digitales de sus estudiantes en la red de modo que otras aulas y colegios conozcan lo que realizan, y sobre todo a las familias para que sean conscientes de la productividad académica, cultural e intelectual de sus hijos.

- … y otras muchas más: es, evidentemente, un listado inconcluso.

Una ultima confesión. Estas metáforas (o parecidas) se las he oido repetidamente (en vídeos, pero también en muchas de nuestras conversaciones) a Jordi Adell. Su entorno digital o blog es una fuente necesaria de constante lectura.